Los autores del estudio hicieron las pruebas de este páncreas artificial con 17 niños con diabetes tipo 2, durante varias noches en un hospital; con esto descubrieron que lograban mantener los niveles de azúcar en la sangre dentro de la medida normal durante el 60% del tiempo que duró la investigación.
Este sistema requiere que el paciente lleve consigo un monitor del tamaño de una caja de cerillos y una bomba de un tamaño similar con un tubo para administrar insulina al organismo.
Los fabricantes del páncreas artificial estuvieron trabajando durante años para desarrollarlo y para que administren insulina a los pacientes que presenten diabetes 1.
Los pacientes con diabetes tipo 1 son incapaces de descomponer forma adecuada el azúcar y si no recibe tratamiento, los vasos sanguíneos y los nervios se destruyen, los órganos fallan y el paciente muere.