Gracias a un procedimiento desarrollado por dos investigadores de la Universidad de Salamanca, Diego González-Aguilera y Javier Gómez-Lahoz, dedujeron que con sólo una foto la policía científica podrá reconstruir un crimen en tres dimensiones.
Esta investigación se presento en el "Journal of Forensic Sciences" bajo la presentación de "un novedoso enfoque para la documentación el análisis y la visualización de las escenas de los crímenes".
Mediante este nuevo procedimiento se extraen los elementos estructurales u objetos más importantes de la imagen de forma "automática y robusta", pero para ello la fotografía que se extraiga debe ser explícito, es decir, debe ser identificable fácilmente, de manera que mediante el nuevo procedimiento. Además, es necesario que la captura tenga al menos tres puntos de fuga y una distancia.
Esta investigación dedujo que la técnica empleada es la fotogrametría, la cual permite determinar las propiedades geométricas de un objeto en una fotografía. La novedad ahora es que ya no necesitan usarse dos fotografías, ya que es difícil solapar bien dos fotografías, de modo que quedan elementos sin relacionar o relacionados de forma incorrecta.
Esta investigación dedujo que la técnica empleada es la fotogrametría, la cual permite determinar las propiedades geométricas de un objeto en una fotografía. La novedad ahora es que ya no necesitan usarse dos fotografías, ya que es difícil solapar bien dos fotografías, de modo que quedan elementos sin relacionar o relacionados de forma incorrecta.
